¿Cuántas veces hemos
visto la palabra “sólo”, “just” u “only” al lado de un precio? Centenares no,
miles de veces.
Un recurso
lingüístico del que se abusa, para señalar un precio supuestamente bajo o
competitivo. Pero que no es así.
Un ejemplo
paradigmático, además de insultante, es el caso de las revistas con la oferta
de alimentos y bebidas que se proporcionan en los vuelos. “Ofertas” tales como
“croissant y café por SÓLO 5€” se antojan ridículas y como tomaduras de pelo.
¿Cómo que “sólo”? Un café con leche no debería costar más de un euro, tomes
donde lo tomes, y un croissant industrial ya ni eso.
Vender estas
ofertas como oportunidades lo único que consigue es que el consumidor se sienta
tratado como un imbécil. Quizás, en nuestra mente empresarial, el desembolso
exigido por ofrecer esos productos queda justificado en nuestras cuentas, pero
el cliente se sentirá atracado porque el precio es a todas luces excesivo.
FUENTE: http://www.inflightfeed.com/ryanair/